24 de Octubre: recordando en el aniversario de su nacimiento a Delmira Agustini a través de uno de sus poemas.
EL INTRUSO
Amor, la noche estaba trágica y sollozante
Cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
Luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
Tu forma fué una mancha de luz y de blancura.
Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
Bebieron en mi copa tus labios de frescura,
Y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
Me encantó tu descaro y adoré tu locura.
Y hoy río si tú ríes, y canto si tú cantas;
Y si tú duermes duermo como un perro á tus plantas!
Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera;
Y tiemblo si tu mano toca la cerradura,
Y bendigo la noche sollozante y oscura
Que floreció en mi vida tu boca tempranera!
Extraído de el libro: "Los Cálices Vacíos"
Algo más sobre Delmira Agustini.
En el seno de una familia burguesa y conservadora, hija de madre argentina y padre uruguayo, nace Delmira el 24 de octubre de 1886. Muy pronto demostró una especial sensibilidad e inteligencia (a los cinco años sabía leer y escribir correctamente, a los diez componía versos y ejecutaba en el piano difíciles partituras) cualidades que fueron muy valoradas por sus progenitores lo que, para algunos, llevó a que aquellos la sobreprotegieran en su formación: pasaba grandes horas ensimismada en el placer de la lectura, la escritura, el piano, creciendo en un ambiente introvertido y callado, con escaso contacto con otros niños, recibiendo clases de francés, música y pintura.
También desde temprana edad demuestra su marcada vocación poética. Sus primeros trabajos serán prosas publicada en revistas de la época como ser: "Rojo y Blanco", "La Alborada".
De 1907 data su primer gran obra: "El libro blanco". Serán publicados posteriormente: "Cantos de la mañana" (1910); "Los cálices vacíos" (1913); y otras póstumas: en 1924 "Obras Completas ( Tomo I, El rosario de Eros, Tomo II, los astros del abismo) y en 1969 es publicada Correspondencia Íntima.
Delmira Agustini fue una de las grandes exponentes de la poesía hispanoamericana del siglo XX, formó parte de la llamada "Generación de 1900" al cual pertenecían escritores tales como Leopoldo Lugones, Julio Herrera y Reissing, Ruben Darío (a quien conoció personalmente y consideró que era su Maestro). Obtuvo el reconocimiento de muchos intelectuales de la época. En suma: se destacó trascendiendo las fronteras de su país por su obra, sus poemas (la mayoría de las veces ambientados en mundos sombríos y atormentados y llenos de belleza, originalidad y lirismo, alternando la realidad y los sueños) y también cabe agregar el hecho no menor, del contexto histórico que le tocó vivir, del hecho de ser mujer y haber encontrado, fruto de su talento, un lugar trascendente dentro de un movimiento artístico "dominado" por los hombres.
Otro rasgo de su vida personal es que la misma está llena de peripecias sentimentales que incluso provocaron su muerte trágica y tempranera. En efecto: luego de un corto matrimonio del cual obtuvo su divorcio, el 6 de Julio de 1914, su ex marido dio muerte a Delmira suicidándose de inmediato.
Reconocimientos y ...
La imagen nos muestra una placa recordatoria ubicada en Montevideo, en la esquina de Eugenio Garzón y Ariel frente a la vivienda que fuera el último domicilio de Delmira Agustini: vivienda que ... no tuvo la "suerte" que se merecía.
La figura de Delmira Agustini en nuestro país es y ha sido valorada desde diversos ámbitos. Prueba de ello es que: actualmente su obra es abordada en cursos de Literatura de la Educación Secundaria; algunas calles y bibliotecas llevan su nombre; desde 1992 es la única mujer cuyos restos mortuorios están en el llamado Panteón Nacional; en reconocimiento a la trayectoria cultural recientemente (Agosto de 2013) se entregaron las primeras medallas correspondientes a los premios (fueron galardonados en esta instancia: Nybia Mariño, Circe Maia, "China" Zorrilla y Daniel Vidart).
Sin embargo, decíamos antes la última vivienda de Delmira Agustini "no corrió con mucha suerte". En efecto: como se dijo vivió en una casa ubicada en Sayago: en la esquina de Eugenio Garzón y Ariel. La imagen a la derecha nos muestra lo que queda de la casa de Delmira: sólo quedan restos (al lado de la placa recordatoria, del lado de atrás, se pueden apreciar) de una de una fuente que adornaba el jardín. La casa fue destruida y así, una vivienda que debió transformarse en Patrimonio Nacional, "se convirtió" en un "simple" comercio.
Sin duda, otra debió ser la "suerte" de esta vivienda, pero, en fin, estas cosas desafortunadas, como lo expresa un conocido verso de una vieja canción: "son cosas que pasan".
Sin duda, otra debió ser la "suerte" de esta vivienda, pero, en fin, estas cosas desafortunadas, como lo expresa un conocido verso de una vieja canción: "son cosas que pasan".